Francia: te amamos una semana, te odiamos la próxima.
“FRANCESA PATENTA DISEÑOS INDIGENAS Y PRETENDE COBRARLES REGALIAS”… “¡Ya ni la chingan!” dijiste y luego luego ¿te alzaste en contra de la tiranía Francesa como Hidalgo y Zaragoza y Díaz y así? ¿Te avergonzaste de demostrarles tu solidaridad y de haber llenado de fuerza al pueblo Frances por haber usado la banderita en tu fais? ¿corriste a cambiar al mundo firmando la petición en Change (¡Siete pinches peticiones ultra-succionadoras subidas en la plataforma de cambiar al mundo! #Chale)? Siento decirte que todo esto es un episodio mas de “El Tren del Mame” (esto está mucho peor que el vestido azul que es negro o negro que es azul o lo que sea)…
Nada más vimos el encabezado y corrimos a defender la integridad nacional y el orgullo indigena que todos sentimos. Leyendo las notas -de fuentes suuuupeeeer fiables- y en seguida todos a rasgarse las vestiduras: que si pinches franceses, que nuestros indigenas que taaaantoooo respetamos y admiramos (díganle a un mexicano “indio” y van a ver que tanto los respetamos, o chequen las telenovelas de televisa y vean cuantos indigenas son el actor o la actriz estelar para que vean cuanto los admiramos), que si la batalla de puebla, que si las banderitas de foto de perfil…
Algo es cierto: la ignorancia no se lleva bien con el buen juicio. Y una vez más, el Facebook nos avergüenza obligándonos a emitir un juicio sin tener ni la mas mínima, miserable y pinche idea de lo que se está hablando y, peor aun, sin indagar un poco en la veracidad de lo visto. Veamos:
1. El derecho de autor NO SE PATENTA. La Propiedad Intelectual se divide en Derecho de Autor y Propiedad Industrial. Dentro de la Propiedad Industrial están las PATENTES, que se definen como derechos (de reconocimiento y de explotación) exclusivos que se otorgan a los inventores, considerando a una invención como “toda creación humana que permita transformar la materia o la energía que existe en la naturaleza”. Por lo que podrán darse cuenta que un “diseño” NO PUEDE PATENTARSE. Cada vez que usan la palabra “patentar” en algo que no sea una invención, cae muerto un abogado dedicado a la propiedad intelectual. Evítenlo.
2. En el derecho de autor cae todo lo estético (pintura, escultura, fotografía, danza, literatura, arquitectura, etc.) y el software (no quieren saber por que: ‘por que es un lenguaje’ ((#MegaFail))), razón por la cual, si pudiera “registrarse” -¡NO” PATENTARSE”, POR DIOS!- sería en esta categoría.
3. La “Francesa” (Isabel Marant) no “patentó” (DIOSSS) ningún diseño y luego “demandó” a los indigenas. Parece que la comunidad Mixe de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, es quien ha acusado a la diseñadora. Aquí hago una aclaración: “parece”. Por que no hay información definitiva en el caso. Parece que fue Susana Harp la que comenzó todo el pex en enero del 2015 (aquí la nota de The Guardian) cuando posteó en twitter una foto de la “blusa del mal” junto a una original de Tlahuitoltepec (que seguro TOOODOOOOS conocíamos… aja) y arrancó el mame recio que hasta trending se hizo en el twitter como #miblusadetlahui y que sigue acumulando tuits. Si es así, desconozco bajo que fundamentos la pudieron haber demandado, si lo hicieron en Francia o aquí, si es un asunto administrativo (lo más seguro) o jurisdiccional, si es en una instancia nacional o extranjera y muchos etcéteras.
4. La misma diseñadora, según Vogue España (y un par de fuentes más) ha declarado en un Tribunal de Distrito en París, que ella se “inspiró” en los diseños, pues al parecer ya había sido demandada por otra firma Antik Batik quienes creen que “SÍ” tienen derechos sobre este diseño… Otro tema conflictivo, pues pocas cosas son “originales”, si no es que ninguna y en el mundo de la moda la “apropiación cultural” es un tema común y escamoso.
5. Existen ciertas cosas que no pueden registrarse (artículo 14 de la Ley Federal del Derecho de Autor) entre ellas la “información de uso común tal como los refranes, dichos, leyendas, hechos, calendarios y las escalas métricas”. Si bien es cierto que no se hace alusión especifica a los diseños indigenas o prehispánicos, si podría argumentarse, usando como base esta fracción que alude a información “común”, que al tratarse de un bien inmaterial de inspiración u origen prehispánico, no puede ser sujeto a “registro”.
Al final del día lo interesante son dos cosas:
- Opinar sin saber es un acción peligrosa. Quizás no podamos ser especialistas de todo, pero lo mínimo que le debemos a nuestro sentido común es tener el criterio y la voluntad de investigar algo que pensemos condenar abiertamente. Por lo menos, saber si es cierto o no.
- El Tren del Mame tira fuerte. En seguida a rasgarse las vestiduras, a correr en la defensa de nuestros “indigenas”, de nuestras raíces, de los pinches “europeos conquistadores”… Y una semana antes todos amando a París y salvando al mundo una foto de perfil de a la vez. EL mexicano sigue sin conocer su historia, sin digerir la herencia indígena y la herencia europea (y árabe y china y africana y etc.).
Lo dicho: mientras no conozcamos nuestra historia, seguiremos sin reconocer a la imagen que aparece en el espejo.
P.S. Que no seamos especialistas del tema y cometamos algunos “pecaditos” es entendible, pero que los medios no sepan distinguir entre “patente” y “derecho de autor” si me saca ronchas. Los medios NO SON CONFIABLES y punto.
P.S.2. Si quiere que hable de la pinche Flor del Abundancia (o como yo le llamo: Flor de la Ignorancia) deje su comentario…