El dólar por los cielos y el peligro de la falta de criterio…
Esta semana y la pasada el dólar tuvo un fuerte repunte y el peso tocó hoy los $15.90. Y curiosamente este video reaparece en las redes sociales. ¿Ya lo vieron?
En un momento regresaré al video, pero antes diré que siempre he pensado que el principal problema de México somos sus malos ciudadanos. Y para muestra este sencillo caso: dólar vs peso. La semana pasada el dólar tuvo un fuerte repunte por las cifras de empleo en los Estados Unidos: esperaban que se crearán 235,000 nuevos empleos y fueron 295,000 hecho que evidencia una economía en recuperación. Tal nota causó la apreciación del dólar frente a muchas divisas, entre ellas el peso, el cual llegó a tocar el día de hoy los $15.90. En lo que va del año el dólar se ha fortalecido en un 4.7% con respecto al peso (15.4% respecto del Real Brasileño y 12.1% respecto del euro). Ese es el hecho, pero las lecturas son otras.
¿Qué se ve en los medios? Notas tendenciosas que hablan de un peso devaluado, de un Gobierno en pánico, de crisis, de fuga de capitales… Estos son algunos encabezados:
Y en las redes sociales, la gente habla de la “devaluación”, de que si la vuelta al PRI de los 80’s-90’s, de que si Carmen Salinas, de que estaríamos mejor con Obrador, de que #Retes es el nuevo Pablo Neruda y muchos etcéteras. Muchos comentan, muchos se quejan, muchos predicen, muchos hablan como especialistas pero demostrando ignorancia (incluso comunicadores “serios”), pero todos evidencian lo mismo: falta de criterio. Y curiosamente, en esta coyuntura cambiaría, comenzó a circular de nuevo el video de Peña Nieto en el G8.
Me llamó mucho la atención que, precisamente cuando se habla de una “devaluación” (que decir “devaluación” en México es como nombrar a “Voldemort” en el universo de Harry Potter) reaparezca este video, para deleite de la gente en las redes sociales a quienes les encanta y se burlan y se quejan y se duelen y se rasgan las vestiduras (activismo de faisbuc). Antes de proseguir debo aclarar lo siguiente: el que escribe no tiene afiliación partidista, ni siente especial afecto por el ciudadano Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Habiendo dicho lo anterior, presentaré los hechos del video:
1. El Presidente hizo bien en no contestar a la pregunta del reportero.
2. La pregunta del reportero era una pregunta por completo técnica, de orden económico.
3. La persona idonea para responder a dicha pregunta es el Presidente… Del Banco de México. Es decir, Agustín Carstens.
Ahora bien, en las redes sociales, escuchamos de Peña Nieto que “si es un burro”, que “ni entiende la pregunta”, que “le tienen que traducir”, que “cantinflea”, que “ni puede opinar”, entre otras… Y es aquí donde veo que se evidencia nuestra falta criterio, pues yo pregunto: ¿alguien puso atención en la pregunta? Aquí se las transcribo:
“Si Estados Unidos decide disminuir el ritmo al que está imprimiendo dinero -la Reserva Federal se reunirá en las siguientes semanas-, ¿cómo cree que afectará a mercados emergentes como México?“
¿Podrían responder a la pregunta? Probablemente no, puesto que la pregunta es por demás compleja, muy técnica y debe ser dirigida al Director del Banco de México. Trata del recorte o cese al Quantitive Easing, de política monetaria, de decisiones de una Reserva Federal (que se encuentra fuera del alcance de Peña Nieto, por pertenecer a ¡¡¡OTRO PAÍS!!!) y de cómo afectarán estos hechos a países emergente como el nuestro. Es por esto que lo que diré a continuación puede que no les guste a muchos: Peña Nieto contestó correctamente al no contestar. Y lo que es más: sí contesto y lo hizo también correctamente. Esto es lo que dice casi al final:
“Me parece que son señales de una lenta pero afortunada recuperación económica que empieza a observarse en los Estados Unidos y que, eso evidentemente, traerá beneficio también para el desempeño que tenga la economía de nuestro país.“
Sin embargo, para consuelo de muchos, diré que se equivocó en una cosa: efectivamente, el cese del Quantitve Easing sería la señal de una lenta recuperación económica para Estados Unidos; sin embargo, la consecuencia inmediata no sería un beneficio económico para nuestro país. La consecuencia inmediata sería una recuperación de la economía, basada en un aumento de los puestos de trabajo (lo que sucedió la semana pasada) y un fortalecimiento del dólar, lo que implica una depreciación del peso (y de muchas otras divisas) frente a esta moneda.
Y otra cosa más, que a muchos no les gustará es que, en cuanto a macroeconomía se refiere, México está más que bien: tenemos una economía estable, niveles históricos de reservas $194,938.4 millones de dólares (CIENTO NOVENTA Y CUATRO MIL NOVECIENTOS TREINTA Y OCHO MILLONES DE DÓLARES #NOPINCHESMAMES), inflación más o menos controlada y algunas cosas más… Eso no quiere decir que no haya nubes negras en el horizonte. O arriba de nosotros.
Y se preguntarán: ¿y que pasa con el dólar? ¿realmente estamos ante una devaluación? ¿bajará o subirá o se quedará? Eso lo analizaremos en el siguiente capitulo de nuestra novela: “Devaluación de amor”…
Moraleja: menos alharaca y más criterio.