#ElTrenDelMame Capítulo Notre Dame

#ElTrenDelMame Capítulo Notre Dame

El #TrenDelMame en redes sociales el día de hoy giró completamente en torno al incendio de la Catedral de Notre Dame. Aquí no hablaremos del hecho en sí, el cual ya ha sido debidamente abordado. Aquí hablaremos de cómo los cofrades de esta catedral del hiperespacio se plegaron casi en su totalidad a un mame intenso y se arrojaron a una terrible conflagración, en la que se enfrentaron dos grandes grupos.

Estos son los combatientes:

1. Los que se entristecen del incendio en Notre Dame, subdividido en dos categorías:

A. Los que tiene foto -de preferencia selfie- en Notre Dame -con mejor derecho, obviamente-, pero que no pueden nombrar tres cosas de valor que haya habido dentro o tres datos históricos de la Catedral, y;

B. Los que no tienen, pero hubieran querido.

2. Los que les caga que les entristezca a otros el incendio, porque toda la bola de “posers huecos”:

A. Debieran preocuparse de la naturaleza.

B. Debieran preocuparse de la guerra en Siria (a la cual no podemos ni ubicar en el mapa).

C. Debieran mejor conocer la catedral de su ciudad.

D. Debieran estar felices porque -en sus palabras, que son realmente de otro- “la mejor iluminación de una iglesia proviene de una en llamas”.

E. Cualquier otra subcategoria de hate imaginable.

Es chistoso como el que un colectivo se “interese” por algún evento es entendido por el bando contrario como un “ataque” hacia otra causa diferente, titulada por dicho bando, claro esta. Es así como el interés personal se vuelve doloso por hacer omiso el interés ajeno. Es algo así como “le vas a otro equipo que no es mi equipo y por eso eres enemigo de mi equipo, aunque tu equipo sea de rugby y el mío de waterpolo”. Al menos así me suena.

Por otro lado, es interesante esa imperiosa “necesidad” de tomar postura para poder “ser” algo, aunque sea en el universo virtual. Ya se los he dicho antes: aquellos poetas líricos de RBD nos legaron esa joya de sabiduría infinita que resume a las redes sociales: ser o parecer…

Y si esta postura nos puede hacer parecer intelectuales, progresistas, viajeros, naturalistas, socialistas, humanistas, culteranos, beneméritos, elevados, sibaritas o iluminados, mejor aún. “Parecer” en el imaginario colectivo de la red social para engañar al ser y “ser” lo que no somos.

“Más sin embargo” (regalo que les doy a aquellos que han llegado a este punto y aún no han sufrido un accidente cerebrovascular) la tercera categoría es a los que nos caga todo por igual.

Y Usted, querido lector ¿a qué bando pertenecer?

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